The Winter is coming

Y todo empezó con una copa de vino. El descaro con el que aquellos ojos acerados me miraban y aquel ronroneo hicieron que me arrastrara hacia sus brazos, comenzando una guerra de cuerpos, un concierto de gemidos en los puntos más álgidos. Sus uñas dibujaron un mapa en mi espalda. Al finalizar la contienda parecíamos dos espadachines exhaustos.

Y así, en la oscuridad de mi, a medio desnudar, descubrí su secreto. Entonces, lo vi todo claro. Sus constantes miradas al escritorio, sus incesantes preguntas sobre el destacamento de españoles, su mal disimulado acento francés, su insistencia en servirme aquella copa de vino… Las palabras de aquel mosquetero retumbaron en mi memoria: «Una flor de lis. Estaba marcada». La había descubierto. Ya era tarde, pensé, mientras me despedía de este mundo.