Su marido era insufrible. Cuarenta y siete años antes, cartas de amor y palabras seductoras bajo los cerezos en flor. Dos años después, geisha y criada por turnos. Otros tantos más, insultos y reproches por la cena fría. Dos días antes, la noticia. Un día después, Fugu en el plato. Hoy, le tocó descanso.
(
Commentaires