Lo hemos adoptado como un hijo más. Es adorable, siempre dispuesto… Eso sí, tiene un arte para dejar temblando la nevera… Como siga así vamos a tener que pedir un crédito. Mi marido ya no puede más, amenaza con irse al fin del mundo.
Ayer al asomarme por la mirilla, no le abrí la puerta, so pena de divorcio, seguro que venía a por más. Mañana mismo le digo a mi hija que se acabaron los tápers, o mejor todavía, que le pago a mi yerno un curso acelerado de cocina.
Comments